Zapallo en Almíbar: Un Dulce Tradicional que Nunca Pasa de Moda

Si hay algo que evoca los sabores de la abuela y las tradiciones culinarias argentinas, es el zapallo en almíbar. Este postre, que combina la dulzura del almíbar con la textura suave del zapallo, es perfecto para acompañar una merienda, un desayuno o incluso como un toque especial después de una comida. Además, su preparación es más sencilla de lo que parece, y el resultado siempre será una delicia que cautiva los sentidos. Hoy te contamos cómo preparar este clásico que seguro se convertirá en un favorito en tu mesa.

Ingredientes:

  • 1 kg de zapallo (preferiblemente de cáscara dura como el zapallo plomo o anco)
  • 1 kg de azúcar
  • 1 litro de agua
  • 2 ramitas de canela
  • 4 clavos de olor
  • 1 cucharadita de cal viva (opcional, para darle firmeza al zapallo)

Preparación:

1. Preparar el zapallo: Comienza pelando el zapallo y quitándole las semillas. Corta en cubos medianos, asegurándote de que todos tengan un tamaño similar para que se cocinen de manera uniforme. Si decides usar cal viva, disuélvela en un recipiente con agua y sumerge los cubos de zapallo durante 1 hora. Esto ayudará a que mantengan su forma durante la cocción. Luego, enjuaga bien los cubos bajo agua corriente.

2. Preparar el almíbar: En una olla grande, mezcla el azúcar y el agua. Lleva a fuego medio, revolviendo hasta que el azúcar se disuelva por completo. Añade las ramitas de canela y los clavos de olor para aromatizar el almíbar.

3. Cocinar el zapallo: Una vez que el almíbar comience a hervir, incorpora los cubos de zapallo. Cocina a fuego bajo durante aproximadamente 2 horas, o hasta que los cubos estén tiernos pero mantengan su forma. Remueve con cuidado de vez en cuando para que todos los cubos se impregnen del almíbar.

4. Reposo y conservación: Cuando el zapallo esté listo, retira del fuego y deja enfriar. Puedes servirlo de inmediato, pero si lo dejas reposar durante unas horas, el sabor será aún más intenso. Para conservarlo, guarda el zapallo en frascos de vidrio esterilizados, asegurándote de cubrirlo completamente con almíbar.

Tips adicionales:

  • Si prefieres un almíbar más espeso, puedes cocinarlo por separado durante unos minutos adicionales antes de añadir el zapallo.
  • Sirve este postre acompañado de queso fresco para una versión irresistible del clásico “postre vigilante”.

¡Listo! Ahora tienes una receta tradicional que no solo es deliciosa, sino que también conecta con las raíces y la historia de la cocina argentina. ¿Qué esperas para probarla?