Masticables de Té Verde con Limón y Jengibre 


| ¿Buscas un snack saludable, natural y lleno de beneficios para tu cuerpo? Estos masticables de té verde, limón y jengibre son una verdadera joya para tu sistema inmunológico, tu digestión y tu energía diaria
. Son suaves, refrescantes, fáciles de hacer ¡y perfectos para tener a mano durante el día!
A diferencia de las gomitas comerciales, aquí controlas lo que comes: ingredientes naturales, sin conservantes y llenos de propiedades antioxidantes . El té verde aporta energía y limpieza interna
, el jengibre da ese toque picantito revitalizante
, y el limón con la miel equilibran con frescura y dulzura
.
Además, esta receta se puede preparar con agar-agar (apto para veganos) o con gelatina, según lo que tengas en casa. Y lo mejor… ¡son deliciosos! Listos en poco tiempo y se conservan muy bien en la nevera.
¿Estás listo para prepararlos? ¡COMENCEMOS!
Ingredientes:
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1 taza de agua
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2 bolsas de té verde
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1 cucharada de jengibre fresco, rallado
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1 cucharada de miel
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2 cucharadas de jugo de limón
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2 cucharadas de polvo de agar-agar (o gelatina sin sabor)
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½ taza de azúcar (opcional, si te gustan más dulces)
Preparación paso a paso:
Infusionar el té:
En una ollita pequeña, hierve 1 taza de agua. Apaga el fuego y añade las 2 bolsas de té verde. Déjalas reposar durante 5 minutos para obtener una infusión concentrada y rica en antioxidantes.
Retira las bolsas y deja que el líquido se enfríe un poco mientras avanzamos con el resto de los ingredientes.
Preparar la mezcla base:
En una cacerola, mezcla el jengibre rallado, la miel, el jugo de limón y el té verde tibio. Llévalo a fuego medio y revuelve suavemente, permitiendo que los sabores se integren. El jengibre liberará sus aceites esenciales y llenará la mezcla de vitalidad .
Añadir el agar-agar (o gelatina):
Espolvorea poco a poco las 2 cucharadas de agar-agar (o gelatina sin sabor) mientras revuelves constantemente. Este paso es clave para evitar grumos y conseguir una textura uniforme.
Si prefieres tus masticables más dulces, aquí es el momento de agregar ½ taza de azúcar, revolviendo bien hasta disolver.
Continúa cocinando por 3 a 5 minutos, hasta que notes que la mezcla comienza a espesar ligeramente.
Verter en moldes:
Retira del fuego y vierte la mezcla caliente en moldes de silicona (ideal si los tienes con formas divertidas) o en un recipiente pequeño forrado con papel pergamino.
Extiende bien para lograr un grosor uniforme. Deja enfriar a temperatura ambiente.
Refrigerar y cortar:
Cuando ya estén a temperatura ambiente, lleva a la nevera por al menos 2 horas o hasta que estén firmes y gelatinosos al tacto.
Una vez listos, desmolda o corta en trocitos pequeños si usaste un recipiente plano.
¡A disfrutar!
Estos masticables caseros son perfectos como snack, antes o después de hacer ejercicio, o para calmar el antojo de algo dulce sin remordimientos. Los puedes guardar en un frasco hermético en la nevera por varios días y llevar en bolsita para cuando los necesites.
Son refrescantes, naturales, llenos de sabor y lo mejor: ¡hechos por ti!
¿Te animas a probarlos? Cuéntame qué tal te quedaron y no olvides compartir esta receta con quien necesite un snack saludable y delicioso .